La revista The Economist es uno de los referentes mundiales en información económica y política, junto con Time o Newsweek. En los últimos tiempos viene dedicando cada vez más espacio a lo relacionado con los Medios Sociales y su influencia en las esferas social, política y económica. En el número de la semana pasada incluía un artículo titulado Tanks in the cloud en el que explicaba de manera muy didáctica en qué consiste la nube de la que tantos hablan y tan pocos conocen. Resumo, a continuación, parte del artículo (no es una traducción literal, sino un resumen del mismo con algunos apuntes personales).
Uno de los aspectos más importantes de la nube es que no precisa una costosa infraestructura, lo que reduce de manera considerable cualquier cuenta de resultados. La nube (o nube de nubes) consta de tres capas:
- La capa más exterior, denominada SaaS (software as a service) incluye aplicaciones basadas en web como Gmail. Ésta es la capa más sencilla de medir. Forrester Research estima que sus servicios generaron en 2010 unas ventas de $11,7 billones.
- La segunda capa está dedicada a las plataformas como servicio y se denomina PaaS (platform as a service). Aquí se alojan los sistemas operativos de Google, Salesforce.com o Microsoft. Está todavía en fase de lanzamiento y sus beneficios el año pasado fueron de $311 millones.
- La capa que los puristas realmente denominan la nube es la que aloja servicios de infraestructura como servicio, denominada IaaS (infrastructure as a service). Esta capa permite servicios informáticos básicos que los usuarios pueden combinar para crear sistemas informáticos altamente adaptados. Empresas como GoGrid, Rackspace o Amazon Web Services están allí alojadas. Es la capa más difícil de medir y su rápido crecimiento da a entender que su rentabilidad es alta.
Parece ser que la parte del león está en esta última capa. Aun cuando no existen datos oficiales sobre la misma la revista, basándose en una investigación de un blogger americano y de una start-up, Solo Amazon dispondría de unos 90.000 ordenadores virtuales conectados solo en la costa este norteamericana. Si los datos de esta investigación son correctos, la estimación de negocio para Amazon (empleando un 80-90% de uso de esa capa) habría superado el billón de dólares en 2010.
El tamaño y alcance de la nube, según las estimaciones de Forrester estaría en torno a los 56 billones de dólares en 2020, aun cuando los servicios informáticos puros, el meollo de la nube, no supondrán un elevado porcentaje. Eso sí, asumen que, incluso en la nube, el coste de hardware continuará bajando. Y, por supuesto, aseguran que la nube no es una burbuja ni el vapor de agua con que la definió Larry Ellison, CEO de Oracle.
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