Con frecuencia recibo solicitudes de propietarios de pequeñas empresas preguntándome cómo puedo aplicar una consultoría estratégica para su empresa, qué metodología de trabajo se seguiría y, sobre todo, si es precisa dicha consultoría para una pequeña empresa (ya sea empresa individual o pyme de 100 trabajadores).
En este caso considero conveniente recordar que cualquier negocio, ya sea pequeño, mediano o grande, debe tener claramente definidos sus objetivos, su planteamiento de empresa y su misión y visión del negocio.
Muchas pequeñas empresas fracasan precisamente porque el empuje, la ilusión y el esfuerzo invertidos en los comienzos para poner en marcha la operativa de la misma dejan de servir de estímulo y estas empresas carecen del enfoque estratégico preciso para ponerlas en el mapa y tener la capacidad para encontrar más y mejores clientes o proveedores más eficientes. Cuando una empresa acierta en sus decisiones estratégicas, aunque su ejecución y desenvolvimiento diario no sea bueno, seguro que la empresa irá bien, o cuanto menos, se salvará. Pero una empresa mal enfocada estratégicamente, equivocada en sus decisiones importantes, cuanto mejor ejecute sus decisiones peor será para ella, porque seguro que está haciendo muy bien lo que no tiene que hacer.
Algunos de los servicios que habitualmente me solicitan parten de la preocupación del empresario en adaptar su empresa al entorno actual y hacerla rentable. Se trata en definitiva de desarrollar un plan estratégico para hacerla competitiva y capaz de afrontar el futuro con mayores garantías. Dicho de otra manera: el empuje, la ilusión y el esfuerzo de los comienzos han dado paso a una serie de incertidumbres, normalmente motivadas por un problema de rentabilidad.
Por otro lado, estar al frente de un pequeño negocio impide muchas veces obtener una adecuada formación para liderarlo, ya sea por imperativos temporales o económicos. Y, muchas veces, la ayuda puntual de una consultoría, puede servir para reorientar el negocio y pasar de sobrevivir a gestionar la expansión.
Las universidades y escuelas de negocio ofrecen programas de formación muy interesantes, pero, por lo general, son caros, largos y, sobre todo, demasiado teóricos. En muchos pequeños negocios he encontrado que lo que realmente se precisa es encontrar soluciones prácticas a problemas prácticos y ponerlos en marcha al día siguiente de haber trabajado dichas soluciones. Dedicar un mes a estudiar entornos generales y hacer un pequeño caso práctico (que no siempre se ajusta a lo que realmente precisa el negocio en cuestión) provoca mucho desencanto entre quienes han pagado muchos miles de euros por formaciones de uno o dos años. En la pequeña empresa (más, incluso, que en la grande), se precisan soluciones rápidas y efectivas a cada problema concreto y no a simulaciones generalistas.
Y esto lleva a decidir si realmente es preciso este tipo de enfoque estratégico en una pequeña empresa. Si has llegado hasta aquí, entenderás que la respuesta es afirmativa. Quizá no es preciso un plan riguroso y desarrollado, como sería preciso para una empresa grande, pero sí es necesario que figure en un documento que sirva de referencia y hoja de ruta. Y aquí es donde la consultoría estratégica externa aparece como solución para alguna de estas situaciones habituales:
- Pérdida progresiva de clientes.
- Dificultades en atender los pagos.
- Dificultades para comunicar su ventaja única competitiva.
- Exceso de competidores en el mercado.
- Escasa diferenciación en el producto o servicio ofrecido.
¿Puede un pequeño negocio hacer frente al coste de una consultora, vamos a decir, tradicional? Probablemente no. Por eso es muy importante que una empresa entienda el entorno y sus posibilidades, y sepa descubrir cuáles son las claves de éxito de su mercado teniendo en cuenta cuál es su posición de partida. Y, para ello, una PYME debe invertir en formaciones específicas que ayuden a superar sus problemas y deficiencias y, además, poder disponer de la debida ayuda externa sin que le suponga una merma o un quebranto en el negocio.
Una consultoría estratégica no debe significar la ruina de un negocio. Es posible realizar un buen trabajo para colaborar en la orientación de una empresa sin que le suponga un coste inasumible. Y esta posibilidad parte de un riguroso programa individualizado para cada empresa en el que, por un lado, se realizara el necesario diagnóstico de situación y la propuesta de un plan de acción y, posteriormente, la implementación y evaluación de dicho plan de acción.
El diagnóstico se basa bajo los 6 ejes claves de toda empresa:
- Su visión de futuro (aquello a lo que aspiran sus dirigentes)
- Los valores (aquello a lo que no se quiere renunciar)
- Su estrategia de negocio (cómo lo hace)
- El perfil de las personas que lo hacen posible (actitudes y aptitudes)
- Los procesos de trabajo
- El mercado y la relación con él
- La situación económica y financiera.
Esta revisión aporta mucho valor pues supone un alto en el camino y ver el negocio con una perspectiva que a menudo el día a día no permite. Se trata de mirar el pasado con visión de futuro, aprendiendo de los errores u omisiones y apostando por una nueva oportunidad para mejorar. Se basa también en contrastar la realidad de la empresa-cliente con la de otras realidades empresariales similares con las que me encuentro. Con ello se provoca el debate y la reflexión respecto a otras formas de hacer.
A partir de aquí, con la documentación entregada y analizada, se elabora un estudio con el siguiente formato:
- Informe de situación actual.
- Aspectos a resolver.
- Plan de acción con el detalle de las acciones a llevar a cabo, plazo de ejecución y responsables de ejecutarlos.
- Conseguir el compromiso firme en afrontar el plan de acción de todas las personas de la empresa.
Estoy seguro que muchos de los lectores de esta entrada del blog se habrán visto reflejados en la situación planteada. Y es aquí donde abro la oportunidad para que continuemos creando y dándole vida a la misma con tu opinión sobre lo que estarías dispuesto/a a invertir para centrar la orientación de tu negocio, tanto a nivel de formación como de consultoría. Todos los comentarios que se incluya a continuación ayudarán a crear un nuevo post que dé forma de manera más realista a la descripción de las necesidades de estas empresas y a la inversión que podemos realizar para poder llevarlo a cabo y darle el empujón definitivo al negocio.
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