Era de esperar. Una crisis económica provocada por quienes forzaron el rescate público de sus desmanes privados; la quinta parte de la fuerza productiva condenada al desempleo; una generación engañada por el dinero rápido; otra generación anulada por la falta de expectativas; unos políticos que no transmiten ideas sino que siguen la doctrina del porque yo lo valgo; una esperanza de recuperación solo presente para quienes más tienen a ganar, unos medios de comunicación más preocupados de defender las [supuestas] ideas de quienes les financian que de buscar la objetividad...
La gente queremos que se nos escuche. La gente queremos que se nos entienda. La gente queremos que el trabajo no solo sea un beneficio para quien se lucra del mismo. La gente queremos que se utilice el dinero público en lo que necesitamos. La gente queremos que la vida tenga una esperanza. La gente queremos que los políticos hablen de nuestros problemas y no de los suyos. La gente queremos que nos expliquen por qué tenemos que pagar siempre los mismos. La gente queremos...
La reacción del movimiento #15M es una reacción ciudadana. Es la reacción a la inacción. ¿Cómo vamos a votar a quienes perdieron el culo por salvar del desastre financiero a los que hoy recogen dividendos millonarios? ¿Cómo vamos a votar a quienes actúan al dictado de intereses económicos privados? ¿Cómo vamos a votar a quienes están preocupados de que otros concurran a las elecciones porque puedan salir elegidos? ¿Cómo vamos a votar a quienes no hablan sino para ellos mismos? ¿Cómo vamos a votar a quienes tratan de aprovechar los movimientos espontáneos para reconducirlos a su causa? ¿Cómo vamos a votar a quienes son capaces de decir que los movimientos sociales espontáneos están vinculados a los terroristas de ETA?
Estamos hartos de un sistema pseudodemocrático que solo representa a los intereses del capital y no al pueblo. Queremos que dejen de jugar con el sistema educativo y que éste sirva para que las nuevas generaciones sean más capaces, activas y desarrolladas; no adoctrinadas, aborregadas y con un concepto del mundo ya superado. Necesitamos ser capaces de comprender que nuestro trabajo sirve para algo más que para que nosotros lleguemos a duras penas a finales de mes y otros se lucren de nuestro esfuerzo. Precisamos que la iniciativa y la creatividad no sean trending topics sino realidades que podemos descubrir y palpar. Deseamos que nuestros representantes públicos nos representen, no que les votemos para que ellos sigan decidiendo en su propio interés durante cuatro años más. Queremos que el derecho a una vivienda digna no signifique nuestra hipoteca durante cuarenta años, mientras cada vez existen más viviendas vacías en espera de que vuelvan a subir los precios. Queremos que el salario se ajuste a una productividad real, no a unos dividendos estratosféricos.
En #acampadasol o en #acampadazgz solo he visto gente normal. Gente que quiere que su vida tenga algún sentido, que tengan algo por qué luchar. Buscan una alternativa ciudadana a la demagogia política. Pretenden demostrar que el actual sistema electoral no es la gran fiesta de la democracia, como recientemente dijo algún candidato, sino la puesta en escena de un juego de poder entre [supuestas] élites que solo buscan el beneficio propio.
Quizá es la hora de que nos quitemos la venda y les demos en toda la boca. Quienes apoyamos las ideas de #nolesvotes , #democraciarealya ó #spanishrevolution solo deseamos que nuestras vidas tengan sentido, no solo dinero.
Merece la pena volver a ilusionarse.
Te veo cabreado Miguel Ángel, y eso está bien, estoy totalmente de acuerdo contigo.
ResponderEliminarPor cierto ¿tú a quién vas a votar? XD
Pues votaré a quien defienda lo que he manifestado en el post, naturalmente.
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