La moda de establecer "días mundiales" de cualquier causa ha llevado a la convención que el 31 de agosto sea declarado el "Día del Blog". Como cualquier excusa es buena, creo que resulta saludable hablar de esta famosa herramienta, a la que algunos vienen matando sistemáticamente desde 2005.
Un sitio web periódicamente actualizado que recopila cronológicamente textos o artículos de uno o varios autores, apareciendo primero el más reciente, donde el autor conserva siempre la libertad de dejar publicado lo que crea pertinente.El blog es, a la vez, elemento de publicación, de conversación y de generación de influencia. Y ya no hablamos de los insignes bloggers norteamericanos que tienen el mismo tratamiento que los medios de comunicación tradicionales, sino de cualquiera que tenga algo interesante que compartir y comunicar.
En mis cursos suelo distinguir entre tres tipos diferentes de blogs:
- Personales, en los que se exponen pensamientos, sentimientos y opiniones.
- Temáticos o profesionales, donde se suelen explicar o difundir conocimiento para compartir.
- Corporativos, ya sean externos o internos, que suelen ser publicados dentro de la webs de las empresas.
Algunas de las recomendaciones que suelo realizar a quienes se enfrentan a la decisión de comenzar un blog, fundamentalmente en el entorno profesional, son las siguientes:
- Alinear el contenido y la evolución del blog con objetivos bien marcados (usa los blogs para los intereses de tu negocio).
- Involucrar a la organización en su desarrollo.
- Alojamiento y dirección web propia.
- Estar escrito por uno ó varios autores, identificados e identificables.
- Emplear textos cortos e imágenes de recurso.
- Uso del blogroll como herramienta para enlazar a otros bloggers.
- Citar las fuentes.
Dejo estos breves pensamientos en conmemoración del día de hoy. A quienes tenéis un blog y a quienes los leéis, gracias y seguid disfrutando.
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