Se acaba el año, llega el periodo navideño y, al margen de la voracidad con la que nos lanzamos a un consumo emocional, es la época en la que tratamos de reconvertirnos y superarnos con las consabidas resoluciones de fin de año. Para este te sugiero que hagas lo mismo que voy a hacer yo: en lugar de una larga lista de buenas intenciones elige solo una, la que quieras o la que más te interese, céntrate y lucha por ella. Al menos tendrás la satisfacción de haberla cumplido y no andarás con el regusto amargo de no haber cumplido una lista, pese a haber cubierto otras.
Disfruta como puedas de este periodo y recuerda que 2010 no es el año álgido de una crisis sino el año más destacado para encontrar la oportunidad.
Disfruta como puedas de este periodo y recuerda que 2010 no es el año álgido de una crisis sino el año más destacado para encontrar la oportunidad.
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