La controversia sobre las elecciones en Irán o el reciente golpe de estado en Honduras están permitiendo que algunas redes sociales y personales ganen el pulso informativo a los medios de comunicación convencionales, incluso por internet.
Las elecciones celebradas hace más de dos semanas en Irán otorgaron oficialmente el triunfo en las mismas al candidato ultra-islamista Mahmud Ahmadineyad, quien ya ha sido reconocido por las autoridades religiosas como, de nuevo, Presidente de la República Islámica de Irán. Sin embargo los partidarios del candidato moderado Mir Hosein Musavi dudan abiertamente de la veracidad del escrutinio y desde el día inmediatamente posterior a la publicación de los resultados oficiales se han lanzado a la calle a protestar abiertamente contra dichos resultados.
Los enviados especiales de los medios de comunicación occidentales pudieron captar algunos de los primeros momentos del movimiento insurgente, pero las autoridades iraníes no renovaron los permisos de permanencia en el país más de lo estrictamente necesario y, poco a poco, tuvieron que ir abandonando el país. Mientras tanto las autoridades ejercieron un férreo control de todas las comunicaciones y prohibieron el acceso por internet a los medios de comunicación occidentales, de modo que ni los iraníes podían comunicar lo que estaba aconteciendo en su país ni el resto del mundo podía tener acceso a esos acontecimientos.
Sin embargo un medio tan aparente sencillo e inofensivo como Twitter se convirtió en el único enlace entre los iraníes y el resto del mundo. De esta forma, redes como Facebook y otras muchas recogieron los "twits" de los iraníes y los difundieron a todo el mundo.
Resulta interesante constatar cómo una herramienta que solo permite enviar mensajes de menos de 140 caracteres ha sido el medio de comunicación que ha superado todas las barreras tecnológicas y políticas para cubrir el vacío al que se vieron abocados los medios de comunicación occidentales. Sin Twitter, sin ir más lejos, jamás se hubiera creado ese icono de la lucha interna iraní que fue la joven Neda Agha Soltan, muerta el 19 de junio en una manifestación en Teherán, ya que no habríamos tenido acceso a la noticia. El vídeo de la muerte de Agha Soltan, de 26 años de edad, fue colgado en Internet y emitido por cadenas de televisión de todo el mundo, lo que la ha convertido en un símbolo de la oposición al Gobierno iraní.
Y más recientemente, este mismo fin de semana, hemos sido testigos de cómo, a través de internet, el presidente legítimo de Honduras, Manuel Zelaya, fue secuestrado y trasladado a Costa Rica mientras los militares nombraban a Roberto Miccheletti, un hombre de paja, como presidente. En el interior del país, mientras se dió el golpe, se produjo un cerrojazo informativo y, en la actualidad, los medios de comunicación hondureños están sometidos a la censura impuesta por los militares (aunque, en más de un caso, ésta no era necesaria, ya que fueron los primeros en jalear y vitorear la nueva situación.
En este caso la situación fue similar a la iraní. El domingo, mientras todos estos acontecimientos estaban desarrollándose, los medios de comunicación convencionales solo tenían las informaciones que iban ofreciendo cadenas como CNN en español o Telesur, cada una con su sesgo bien marcado. Pero el verdadero debate, la información real, llegaban de nuevo a través de Twitter y de las redes sociales. El mundo tenía noticias de lo que estaba sucediendo a través de estas herramientas y no a través de los noticieros tradicionales. Tal es así, que el diario más importante de España, El País, desde la noche del domingo, incluyó un acceso a los mensajes de Twitter que se recibían desde Honduras en relación con el suceso.
El sustrato latente debajo de todo este entramado político en Honduras es bastante más complejo que lo que, a simple vista, podría parecer por lo comentado. Pero no es intención de esta entrada hacer valoraciones políticas sino explicar lo que ha sucedido con la comunicación de los hechos.
Es decir, los medios de comunicación tradicionales se han tenido que rendir ante la inmediatez y la amplia cobertura que las herramientas de uso de la web 2.0 han puesto en marcha. Como comentaba en un foro el pasado domingo con Emilio Márquez (y creo que de esto sabe un poco), estamos ante una nueva dimensión de la red y de ello nos beneficiamos los ciudadanos. Y todo con menos de 140 caracteres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario